Ser bisexual es ser un perverso? Este y otros prejuicios se
ciernen sobre un tema que a̼ún resulta conflictivo, porque no se ha
encontrado a̼ún un parmetro social que enmarque el comportamiento de
una persona que se manifiesta profundamente atrada hacia ambos
sexos por igual. Cómo entender el fenmeno?
La bisexualidad es un concepto que se utiliza para denominar a
aquellas personas que practican relaciones sexuales con ambos sexos.
El concepto ha creado todo tipo a fantasías, miedos y tab̼úes, porque
no existe un patrón que haya sido aceptado todava por la sociedad,
como sé sucede con la homosexualidad, la transexualidad, o todo
aquello considerado como "normal", es decir, la heterosexualidad.
Lo cierto es que, a pesar de una elección liberal, aú̼n hoy ser
bisexual no es divertido. Es una elección difcil de asumir y que va
en contra de los dictados de la sociedad regida por las religiones
más variadas. A pesar de la creciente legitimación de la
homosexualidad en todas las culturas, las personas que en otros
tiempos de la humanidad han mantenido oculto su rasgo bisexual, ya
sea en el plano de la fantasía o de la realidad, a̼ún hoy mantienen
sus relaciones con ambos sexos en un decoroso secreto.
La verdadera bisexualidad viene de la mano de quien genuinamente
se siente atrado por hombres y mujeres a la vez. Aquellas personas
que sienten una profunda atracción por ambos sexos muchas veces se
sienten confundidas e inestables con especto al resto de la gente,
dado que la bisexualidad (a̼ún más que en el caso de la
homosexualidad) pone en cuestionamiento las normas bajo las cuales
funciona la sociedad occidental organizada en la que vivimos, en
cuanto a la identidad sexual de sus individuos.
Distracción o atracción por el mismo
sexo?
Las relaciones bisexuales pueden despertar, abrir una dimensión
diferente erótica o definir la verdadera inclinación sexual como lo
ilustran los siguientes ejemplos:
Maria es venezolana, 35 a̱ños. Ella confiesa- Hacia más de tres
meses que no tenía relaciones sexuales con mi esposo, tampoco un
acercamiento de afectivo. Luego de una pelea decidí despejarme y fui
a tomar unas copas a un típico bar en NYC. Se acerco a mí una
muchacha americana, era atractiva, simpática y franca. Comenzó a
mirarme de manera inquietante, ella afirmó:- Te veo triste, cu̩éntame
de ti. Comencé̩ a beber demasiado. Ella comenzó a tocarme mi rostro,
y mis manos tiernamente, me excit̩é. Tuve sexo con ella esa misma
noche. Seguí la relación con ella por un mes. Al poco tiempo de
cortar la relación, el vínculo sexual con mi esposo cambio
profundamente. Comenzamos a compartir nuestras fantasías eróticas
libremente. Estoy agradecida a esa mujer que despertó mi verdadero
yo sexual- confesaba Maria.
En nuestros tiempos los patrones de conducta sexual de todas las
personas son variables y son englobados entre sí por su fluidez: en
esta materia nada es concreto, ni factible de poner dentro de un
manual.
Cristian es cubano, 40 a̱ños. Un da mi mujer me propuso
juegos sexuales con distintos tipo de masajeadores. Comenzamos a
practicar sexo anal, mutuamente. Despu̩és de unos meses no podía
llegar al la plenitud sexual, sin el sometimiento de ella con sus
diferentes mé̩todos de penetración. Cierto día caminando, me dirigí
directamente como hipnotizado a un bar gay. Me preguntaba a mi
mismo: qué̩ estoy haciendo aquí?, Un joven se acerco y me propuso
una relación de sexo rápido, y le dije que si, me gusto su piel y su
contacto intimo. Seguí frecuentando el bar y a otros hombres hasta
que un día mi mujer se dio cuenta y empezó a celarme sin control y a
poco tiempo nos divorciamos. Creo que siempre tuve una inclinación
homosexual, pero la había reprimido, debido a la cultura machista
que pertenezco.
En cada cultura las diferencias sexuales son distintas, por
ejemplo, en el caso de la cultura rabe, los hombres, por tener muy
poco acceso a las mujeres (especialmente en las clases bajas de esa
sociedad) suelen relacionarse con otro hombre previamente al
matrimonio. Pero por curioso que parezca, esa forma de
homosexualidad masculina es socialmente aceptada.
Claudia es argentina, 28 a̱ños. Con tono de desconcierto
comienza a comentar- Un día llego a casa y me esposo me estaba
esperando, con otra mujer. El me dijo- contrate a Ana, para que nos
haga unos masajes. Yo le dije perfecto, sin pensar lo que é̩l estaba
planeando. Me desnude y ella comenzó a masajearme, y entonces el
comenzó a tocarme tambi̩én en mis zonas eróticas y tuvimos relaciones
los tres. A partir, de ese momento con frecuencia trae mujeres y
creo que a mi me gusta el contacto bisexual que obtengo a trav̩és de
mi esposo.
Sin explicaciones ..
Todo indica que ni investigaciones sociales,
ni psicológicas, ni biológicas, representan la realidad en toda su
complejidad y desoyen las necesidades que presenta cada individuo
sobre su elección sexual particular. Lo cierto es que ambos sexos
poseemos las dos energías sexuales: una pasiva y otra activa, una
faceta femenina y otra masculina y muchas veces en una relación
erótica la mujer juega un rol totalmente activo y masculino,
mientras que el hombre asume el rol pasivo, siempre erróneamente
atribuido al universo de la mujer.
Sera interesante que cada uno de nosotros intentsemos
confesarnos con profundidad y seriedad. Acaso nunca hemos alucinado
con nuestro mismo sexo en fantasías adolescentes o adultas? Y por
qué̩ debemos ponerle límites tan certeros al amor y al placer? Si
nuestras fantasías quedan en ese plano o alguna vez llegamos a
concretarlas, es nuestra elección. El deseo sexual no posee reglas
teóricas, afortunadamente, y la realidad demuestra que las leyes
inherentes a cada persona permanecen exclusivamente en su
intimidad.
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